Con Turandot, la magia y el esplendor de la Metropolitan Opera de NY llega a Centro Chía
Opulencia y amor en la China legendaria
“Turandot, de Zeffirelli, sigue siendo incuestionablemente poderosa y innegablemente exitosa”. The New York Times
“Una fabulosa producción de la Met”. The Huffington Post
“Turandot ofrece a las audiencias algunos de los placeres visuales, musicales y dramáticos que puedan esperarse”. Latin Post
“Una fabulosa producción de la Met”. The Huffington Post
“Turandot ofrece a las audiencias algunos de los placeres visuales, musicales y dramáticos que puedan esperarse”. Latin Post
El 30 de enero en directo y el 12 de marzo en diferido
Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena y Chía
Bogotá, Enero 2015. Con la transmisión en directo de la impactante producción del reconocido director de cine y teatro Franco Zeffirelli, de una de las joyas de la Metropolitan Ópera de Nueva York: Turandot, de Giacomo Puccini (1858-1924), se inaugura el Múltiplex Centro Chía, como nueva sala para el Contenido Alternativo de Cine Colombia, el sábado 30 de enero, a la 1 de la tarde. De esta manera, los apasionados de la ópera de esta zona, podrán unirse a la fiebre del bel canto y disfrutar de cerca todas las sorpresas que la MetOpera ha organizado para celebrar 10 Años de transmisiones en vivo. ¡Boletas a la venta!
Realismo escénico, efectos especiales, los ingredientes de mega-producción y el sello del maestro italiano Franco Zefirelli, caracterizan este icónico montaje de 1987, para contar la antigua fábula de una princesa china, Turandot, que detesta a los hombres y exige a sus pretendientes resolver, so pena de muerte, tres acertijos para casarse con ella. Con vestuarios coloridos, brillantes y elaborados– de la diseñadora Dada Saligeri y más de 300 personas entrando y saliendo del escenario, un conjunto que aporta a un orientalismo esplendoroso y casi mitológico, esta versión de Turandot se ha convertido en una de las óperas más aplaudidas de la Met.
Según el diario The New York Times, esta versión clásica de Turandotrepresenta una visión ‘retro’, incluso reaccionaria de la obra. El hecho es que, en la última década, la compañía ha dejado a un lado las producciones anticuadas a cambio de innovadores puestas en escena, pero este montaje clásico ha vencido el paso del tiempo. Su éxito popular, cada vez que se presenta, es evidente no sólo en la crítica especializada sino porque agota en pocos días la boletería del teatro.
Ahora llega a Colombia en una transmisión en directo en salas seleccionadas de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena y ahora Chía, el sábado 30 de enero a la 1 pm y en diferido el sábado 12 de marzo a las 12 pm.
Nessun Dorma
Turandot es reconocida por tener en su música las más hermosas composiciones de Puccini, como Nessun Dorma (nadie duerma, en italiano), la canción de triunfo de Calaf, un hombre que se atreve a contestar las adivinanzas de Turandot. Esta famosísima aria se hizo célebre por las interpretaciones del tenor Luciano Pavarotti y ha trascendido incluso al mundo de la música pop, con adaptaciones como la del cantante aficionado Paul Potts, que se volvió famoso con esta aria.
Esta vez la cantará Marco Berti, uno de los tenores italianos más grandes de la actualidad, reconocido por la fuerza de su registro agudo y el timbre de su voz “all’italiana”. Sobre Nessun Dorma, el diario The Observer señaló que aunque es difícil de separarla de Pavarotti, “Berti no trata de hacerlo; él está hecho del mismo molde. Y tiene un sonido glorioso”.
El papel de Turandot estará a cargo de la soprano dramática sueca, Nina Stemme, quien debuta el rol titular en la compañía neoyorquina. Por sus dificultades técnicas, se requiere una soprano que no sólo tenga una voz potente para subir a la estratosfera, sino también una solidez actoral que permita al público identificarse con la evolución de la princesa, que pasa de fría tirana a mujer tocada por el amor.
Realismo escénico, efectos especiales, los ingredientes de mega-producción y el sello del maestro italiano Franco Zefirelli, caracterizan este icónico montaje de 1987, para contar la antigua fábula de una princesa china, Turandot, que detesta a los hombres y exige a sus pretendientes resolver, so pena de muerte, tres acertijos para casarse con ella. Con vestuarios coloridos, brillantes y elaborados– de la diseñadora Dada Saligeri y más de 300 personas entrando y saliendo del escenario, un conjunto que aporta a un orientalismo esplendoroso y casi mitológico, esta versión de Turandot se ha convertido en una de las óperas más aplaudidas de la Met.
Según el diario The New York Times, esta versión clásica de Turandotrepresenta una visión ‘retro’, incluso reaccionaria de la obra. El hecho es que, en la última década, la compañía ha dejado a un lado las producciones anticuadas a cambio de innovadores puestas en escena, pero este montaje clásico ha vencido el paso del tiempo. Su éxito popular, cada vez que se presenta, es evidente no sólo en la crítica especializada sino porque agota en pocos días la boletería del teatro.
Ahora llega a Colombia en una transmisión en directo en salas seleccionadas de Bogotá, Cali, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Cartagena y ahora Chía, el sábado 30 de enero a la 1 pm y en diferido el sábado 12 de marzo a las 12 pm.
Nessun Dorma
Turandot es reconocida por tener en su música las más hermosas composiciones de Puccini, como Nessun Dorma (nadie duerma, en italiano), la canción de triunfo de Calaf, un hombre que se atreve a contestar las adivinanzas de Turandot. Esta famosísima aria se hizo célebre por las interpretaciones del tenor Luciano Pavarotti y ha trascendido incluso al mundo de la música pop, con adaptaciones como la del cantante aficionado Paul Potts, que se volvió famoso con esta aria.
Esta vez la cantará Marco Berti, uno de los tenores italianos más grandes de la actualidad, reconocido por la fuerza de su registro agudo y el timbre de su voz “all’italiana”. Sobre Nessun Dorma, el diario The Observer señaló que aunque es difícil de separarla de Pavarotti, “Berti no trata de hacerlo; él está hecho del mismo molde. Y tiene un sonido glorioso”.
El papel de Turandot estará a cargo de la soprano dramática sueca, Nina Stemme, quien debuta el rol titular en la compañía neoyorquina. Por sus dificultades técnicas, se requiere una soprano que no sólo tenga una voz potente para subir a la estratosfera, sino también una solidez actoral que permita al público identificarse con la evolución de la princesa, que pasa de fría tirana a mujer tocada por el amor.
En la China legendaria…
Tomado de una obra de teatro italiana que a su vez estaba inspirada en un cuento de hadas, el libreto cuenta la historia de Turandot, una princesa cuya aversión por los hombres tiene preocupados a los pobladores de Pekín. Ella actúa en venganza de una antepasada deshonrada y decapita a sus pretendientes si no logran responderle tres adivinazas. Hay ya muchas cabezas empaladas cuando un extraño aparece en la ciudad. Tras sucumbir a la belleza de la ‘princesa de hielo’, decide arriesgar su vida y enfrentarse a los acertijos. No sólo los adivina sino que anuncia que no desea tomar a Turandot en contra de su voluntad y le ofrece la oportunidad de evitar el casamiento: si ella logra adivinar su nombre antes del amanecer, él dejará que lo ejecuten.
La música
Según The New York Times, las escenas del palacio imperial “le dan un nuevo significado al concepto de extravagancia”. Y así como la producción de Zeffirelli es opulenta y detallada, la música que Puccini compuso para Turandot es rica y seductora. Pide un enorme coro y una orquesta con una inusual variedad de instrumentos, incluyendo saxofones altos, celesta, xilófono bajo, arpas y un órgano. Hay varios fragmentos de música china que se integran a la partitura de una manera sutil y original, ejemplo el gran himno imperial del segundo acto.
Puccini estaba a punto de terminar la ópera cuando viajó desde Italia a Bruselas en el otoño de 1924 para tratar un cáncer de garganta, condición de cuya gravedad no tenía conocimiento. La operación aparentemente tuvo éxito, pero el genio de La Bohemesufrió un ataque al corazón y murió unas semanas más tarde sin haber terminado el dueto de amor final de Turandot.
La temible tarea de completar aquella última escena quedó en manos del compositor Franco Alfano (1875-1954), cuyas óperas, aunque nunca tan famosas como las de Puccini, también han llegado a teatros de la actualidad (por ejemplo, Cyrano de Bergerac).
--Tomado de una obra de teatro italiana que a su vez estaba inspirada en un cuento de hadas, el libreto cuenta la historia de Turandot, una princesa cuya aversión por los hombres tiene preocupados a los pobladores de Pekín. Ella actúa en venganza de una antepasada deshonrada y decapita a sus pretendientes si no logran responderle tres adivinazas. Hay ya muchas cabezas empaladas cuando un extraño aparece en la ciudad. Tras sucumbir a la belleza de la ‘princesa de hielo’, decide arriesgar su vida y enfrentarse a los acertijos. No sólo los adivina sino que anuncia que no desea tomar a Turandot en contra de su voluntad y le ofrece la oportunidad de evitar el casamiento: si ella logra adivinar su nombre antes del amanecer, él dejará que lo ejecuten.
La música
Según The New York Times, las escenas del palacio imperial “le dan un nuevo significado al concepto de extravagancia”. Y así como la producción de Zeffirelli es opulenta y detallada, la música que Puccini compuso para Turandot es rica y seductora. Pide un enorme coro y una orquesta con una inusual variedad de instrumentos, incluyendo saxofones altos, celesta, xilófono bajo, arpas y un órgano. Hay varios fragmentos de música china que se integran a la partitura de una manera sutil y original, ejemplo el gran himno imperial del segundo acto.
Puccini estaba a punto de terminar la ópera cuando viajó desde Italia a Bruselas en el otoño de 1924 para tratar un cáncer de garganta, condición de cuya gravedad no tenía conocimiento. La operación aparentemente tuvo éxito, pero el genio de La Bohemesufrió un ataque al corazón y murió unas semanas más tarde sin haber terminado el dueto de amor final de Turandot.
La temible tarea de completar aquella última escena quedó en manos del compositor Franco Alfano (1875-1954), cuyas óperas, aunque nunca tan famosas como las de Puccini, también han llegado a teatros de la actualidad (por ejemplo, Cyrano de Bergerac).
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