Una particular unión de talentos hace posible
LA DEFENSA DEL DRAGÓN
ESTRENO 27 DE JULIO
Hernán Méndez, Manuel Navarro y Gonzalo Sagarminaga son los tres actores que le dan vida a LA DEFENSA DEL DRAGÓN, película de Natalia Santa que se estrena en las salas nacionales el próximo 27 de julio. Conozca a estos grandes intérpretes que dan vida a los personajes que en esta producción demuestran porqué nunca es tarde para apostar y vivir.
La defensa del dragón es una película que demuestra que en la vida siempre vale la pena arriesgarlo todo. Esta sensación se transmite al público a través de Samuel, Joaquín y Marcos, tres amigos que se han acostumbrado a vivir en una rutinaria cotidianidad en la que nada extraordinario ocurre, llena de actividades que lentamente desaparecen por el agitado ritmo de la vida moderna.
Esta historia, escrita y dirigida por Natalia Santa, encontró en quien encarnarse gracias al actor colombiano Hernán Méndez, y los españoles Gonzalo Sagarminaga y Manuel Navarro, quienes le dan vida a estos tres amigos, protagonistas de la producción. Samuel, el calculador ajedrecista que ama vivir sin riesgos; Joaquín, quien sufre en silencio mientras espera la llegada de su bancarrota final y Marcos, un mezquino homeópata que quiere encontrar la fórmula para siempre ganar en el póker, encontraron su piel y voz en este grupo de actores.
Samuel es interpretado por Gonzalo Sagarminaga, actor nacido en Madrid, España, que cuenta con una larga trayectoria en el cine nacional ejerciendo aquello que estudió: música. Ha estado detrás de la banda sonora de películas como La estrategia del caracol (1993), Golpe de estadio (1998) y La primera noche (2003). De igual modo, es recordado con cariño por la banda Sociedad Anónima, una de las más importantes del rock colombiano que él, junto a Carlos Posada, conformó en los años 80. Después de varios papeles en la televisión nacional y algunos en el cine, protagoniza esta película que hizo parte de la Quince de Realizadores en Cannes 2017.
Uno de los actores más veteranos de la cinematografía colombiana, Hernán Méndez, encarna a Joaquín. Como los personajes de la producción, nació en el tradicional barrio La Candelaria de Bogotá, lo que le imprime la esencia tradicionalmente "cachaca" ideal para su personaje. Cuenta con una larga trayectoria en televisión, cine y teatro, donde ha sido dirigido por cineastas de la talla de Jorge Alí Triana, Rubén Mendoza, Jorge Navas y Lisandro Duque, aportando su talento a producciones como Perros, La cerca, Los colores de la montaña, La sangre y la lluvia, Satanás, entre otros.
Finalmente, Manuel Navarro le da vida a Marcos. Nació en España pero ha desarrollado buena parte de su trayectoria artística en el audiovisual colombiano, incluyendo cine y televisión; y en diferentes obras de teatro, en donde además de actuar, ha sido director. El público colombiano lo recuerda particularmente por su papel de Sámano en la telenovela La Pola.
Vea a Gonzalo Sagarminaga, Manuel Navarro y Hernán Méndez como nunca antes en La defensa del dragón. #ApuesteyViva con esta producción a partir del 27 de julio en salas, gracias a la distribución de Cine Colombia.
Samuel, Joaquín y Marcos son tres viejos amigos que pasan sus días en el centro de Bogotá, entre el legendario club de ajedrez Lasker, el Casino Caribe, y el tradicional café La Normanda.
Samuel (53) es un ajedrecista profesional que vive de apostar en pequeñas partidas que sabe ganadas. Su mejor amigo es Joaquín (65), un consagrado relojero que está a punto de perder el taller que heredó de su padre. Y después está Marcos (72), un homeópata español que se dedica a buscar la fórmula para ganar en el póquer.
Estos tres hombres se han refugiado en la seguridad de sus rutinas para no tener que asumir sus derrotas esenciales. Pero llega un momento en que la realidad los confronta y los hace tambalear. Entonces tendrán que tomar decisiones que ponen en riesgo esa seguridad, decisiones aparentemente pequeñas pero que los obligarán a replantear su lugar en el mundo.
Mientras Samuel entrena a un pupilo para el campeonato local de ajedrez, Joaquín intenta mantener a flote su taller, y Marcos averigua por qué su hijo no le ha vuelto a mandar su pensión, distintos sucesos afectarán la cotidianidad de estos hombres, y entenderán que, en la vida como en el amor, nunca es tarde para arriesgarse a perder.
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