KEYLA, UN TESORO
POR ENCONTRAR
En una isla del Caribe, una adolescente afro descendiente busca a su padre perdido en el mar. Cuando su familia lejana viene a ayudarla,ella debe confrontarla y asumir su pasado doloroso como una aventura.
SINOPSIS - Keyla es una adolescente que vive en Providencia, una pequeña isla del Caribe colombiano donde habita una comunidad descendiente de africanos, españoles y piratas ingleses. Un día su padre sale a pescar, pero no regresa.
Mientras lo busca, Keyla recibe una visita inesperada: la ex mujer del padre viene desde España con su medio hermano y la chica se ve forzada a recibirlos. Esta es la historia de una familia rota que se reúne por la desaparición de uno de sus miembros.
KEYLA, UN TESORO
CINEMATOGRÁFICO
Esta película habla de una familia rota, que se reúne por la desaparición de uno de sus miembros. Es contada a través de su protagonista Keyla, una adolescente que pierde su ser más querido, cuando la vida le había arrebatado otros más. Pero en su duelo, encuentra una nueva familia. Los sentimientos que se transmiten en la historia son universales, porque es simple e íntima y habla de algo que todos tenemos: la oportunidad de perdonar. Esto es algo muy importante en la cinematografía colombiana ahora mismo, por la situación política que vive el país.
KEYLA es una película de ficción, pero posee un alto contenido de narración documental. Todos los personajes son actores naturales (exceptuando la mujer española, que es actriz profesional) y se muestran en su vida cotidiana. La cámara es en mano, describe la inestabilidad del mundo interior de los personajes e integra las puestas en escena con los momentos documentales. La comunidad se muestra a través de su idioma, su música y la relación con el medio ambiente. Y se evidencia el choque cultural que hay entre los isleños y el mundo occidental. Providencia es un personaje más en la historia.
PROVIDENCIA, UN
TESORO PARA KEYLA
Esta película se desarrolla en Providencia, una pequeña isla del Caribe y nos permite adentrarnos en la cultura e idiosincrasia de un territorio maravilloso, pero poco conocido en Colombia y el mundo. Desde el año 2000 fue declarado la “Reserva de biósfera Sea Flower” por la Unesco, posee la tercera barrera de coral más grande del mundo y el mar de los siete colores. Pero desde hace varios años se encuentra abierto un pleito político en la Corte Internacional de la Haya, por el cual Colombia y Nicaragua se disputan el territorio oceánico de esta isla. Es importante que los ojos del mundo puedan conocer esto y apoyar a la comunidad raizal en el conflicto, no se trata de una disputa entre países, sino de que ya les han arrebatado a los isleños buena parte de su territorio ancestral. Ellos son descendientes de esclavos negros, piratas ingleses y españoles, tienen su propio idioma, creole o inglés caribeño, y su propia manera de ver el mundo.
LA DIRECTORA
Viviana Gómez Echeverry nació en Cali, Colombia en 1981. Es directora y directora de fotografía. Estudió Comunicación Social en la Universidad Javeriana de Bogotá, donde actualmente es docente.
En España se especializó en fotografía para cine y tv en la escuela de cine Séptima Ars. Escribió y dirigió KEYLA, su ópera prima y los cortometrajes TRÓPICO EXÓTICO y 16TH BIRTHDAY; codirigió el documental LIFE IS SACRED de la productora danesa Final Cut for Real. También ha trabajado como directora de fotógrafía y camarógrafa en películas de ficción como PA, POR MIS HIJOS LO QUE SEA de Harold Trompetero y “EMPELICULADOS; en documentales como LA ETERNA NOCHE DE LAS DOCE LUNAS, NEONATO, A TRAVÉS DE LA PANTALLA y la serie de tv documental CALLEJEANDO.
LA DIRECTORA NOS CUENTA
¿Por qué rodó en PROVIDENCIA?
El objetivo de estos ocho años trabajando en la película, fue siempre lograr un producto respetuoso con la gente de Providencia, pero que también retratara sus complejidades y la isla desde muchos puntos de vista. Quería contar la historia que
tenía en el corazón, que mostrara al mundo este lugar, no sólo como un pedazo de paraíso en el Caribe, sino también como una isla aislada, con una cultura rica, pero con luchas propias, con necesidades.
Lo que más me ha impactado siempre de Providencia es la alegría y sencillez con que la gente vive. Valoran y cuidan la isla, conocen muy bien el mar, el clima y respetan profundamente sus costumbres. Son muy religiosos, la mayoría
protestantes, pero también se rigen mucho por los sueños, los presentimientos, las leyendas.
Son tremendamente talentosos para las artes, especialmente para la música y el teatro. Y los problemas los enfrentan siempre sabiendo que su familia, su vecino o alguien en su comunidad los va a apoyar. Allá nadie pasa hambre, si yo tengo te comparto y luego, cuando tengas, me compartes.
Eso en la ciudad se ha perdido por completo. Creo que podríamos aprender un poco de los raizales en esto.
¿Cumplir la meta implicaba rodar en la Reserva de Biósfera Sea Flower, a qué se enfrentaron?
Para la productora Raquel Imedio fue siempre muy importante respetar y ceñirse a las normas del lugar.
Gestionó los permisos pertinentes y nos exigió siempre cumplir las normas ambientales. Recuerdo que un supermercado en San Andrés nos donó 500 botellas de agua, nosotros consumimos el líquido y reutilizábamos los envases, los cuales luego fueron sacados nuevamente de la isla. La comida era servida y transportada en recipientes reutilizables que compramos, esto parece una tontería, pero muchísimos rodajes dan su comida en platos y vasos desechables que terminan siendo bolsas y bolsas de basura.
Desde el comienzo todos en el equipo estábamos mentalizados a causar el menor impacto posible dentro de la isla y la comunidad, permitirnos ser guiados en muchos aspectos por los nativos, era una meta compleja, por las diferencias culturales y de lenguaje, pero considero que se resolvieron bien todos los obstáculos y que la gente ahora, en su gran mayoría, se siente orgullosa de la película y del trabajo que los isleños hicieron.
¿Premisa de Keyla?
Enfrentar el pasado, comprenderlo y perdonar, te regala el tesoro de la tranquilidad y la fuerza para seguir adelante.
Cuando fui a Providencia por primera vez en 2003, me encontré con un fenómeno particular en muchas familias, que he llamado “familias rotas”. Y las llamo así, porque desde temprano en su concepción se fracturan. Resultan de la unión de normalmente una mujer turista (especialmente aquellas que vienen de países más desarrollados, como Europa o Norteamérica) y un isleño, hombres encantadores y bellos.
Las turistas sienten que están viviendo un sueño en Providencia, algunas de ellas deciden quedarse y compartir su vida con un isleño, pero después de algunos meses o años de convivencia se cansan del “encierro” de la isla, el choque cultural es muy fuerte y algunas no resisten el machismo.
Así que se devuelven a sus países de origen y muchas de ellas están embarazadas o tienen un hijo. Entonces estos niños nacen lejos de sus padres, de la isla… tienen su familia rota. Aún así, la mayoría visita Providencia, pasa tiempo con el papá y aprende la lengua creole. En Keyla quise retratar y explorar este fenómeno.
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