Al igual que Willington, su personaje homónimo en Pariente, este camionero maneja por las carreteras transportando frutas y sintiéndose orgulloso de su tierra santandereana. La cinta le permitió descubrir el talento natural que lleva dentro y con el que mantiene un protagonismo de principio a fin en la cinta que se estrena en Colombia el próximo 13 de octubre.
Willington se enteró del casting que hacían en el pueblo el director Iván D. Gaona y la productora Diana Pérez Mejía, gracias a su amigo Cristian, “Completo”, quien ya había trabajado con los productores en algunos de sus cortos.
Por “no dejar” se presentó y aceptó hacer un curso de preparación de actores que duró dos meses, sin embargo, sólo supo que su personaje era el protagónico cuando empezó el rodaje. “Tengo entendido que le hicieron entrevista a varios, pero no sé por qué me seleccionaron a mí”, cuenta el actor apenas unos días antes de viajar a Venecia para participar en el Festival de Cine de esta ciudad.
Hasta ese momento no sabía nada de la industria cinematográfica, y mucho menos le había pasado por la cabeza trabajar en una película, apenas si las disfrutaba en la televisión, cuando su trabajo se lo permitía.
Desde el momento en que fue seleccionado para participar, sin tener idea de que personaje interpretaría, cambió la rutina de este campesino de 40 años de edad que se gana la vida transportando frutas y otras mercancías en una tractomula por las carreteras del país, en trayectos que pueden durar más de 10 horas.
Luego de acordar un sueldo con los productores se dedicó por completo a su preparación actoral y al rodaje. Resultó ser un alumno muy disciplinado que aprovechó al máximo las clases que dictaban ya fuera en la casa de los padres del director, en un patio del colegio Santo Domingo Sabio o en el salón cultural del pueblo, donde se reunía un grupo de más de 30 personas.
Su esposa, con quien tiene dos hijos, una de ellas estudiante de Derecho en Bogotá, lo molestaba porque con su carácter tímido dudaba que fuera capaz de medírsele a la cámara, “la sorpresa para todos es que resultó un tremendo actor”, asegura la productora Diana Pérez Mejía.
En cambio hoy en día, y a pesar de que la película no se ha estrenado, los habitantes del pueblo cuando lo ven pasar a pie o en el camión, le gritan algo que no se cree: ¡hola señor actor, se volvió famoso!. “No es cierto, la vida no me cambió en nada, aunque me gustaría seguir trabajando en actuación, pero falta tener oportunidades”.
Sobre su personaje de Willington asegura que lo único que tienen en común, además del nombre, es que también maneja una volqueta transportando caña de azúcar o sacando la panela de los trapiches del pueblo.
“Mi papel en la película es el de una persona seria que nunca tiene una sonrisa. Como a él a mí también me gusta la música, pero siempre ando nostálgico escuchando música de despecho o rancheras. Lo que más me gustó es que mi personaje es el que lleva las riendas en la película, tuve que descubrir todo”.
Sobre el título de la película Pariente, el protagonista explica que es el vínculo que hay entre los personajes, especialmente entre el suyo y el de René, pero además retrata parte de la cultura de una región en donde acostumbran llamar así a los miembros de la familia o cercano a ella.
Su deseo, como el de todo actor que se ha esforzado por sacar un buen producto, es que el sólo hecho de que se trate de cine colombiano motive al público a ir a las salas de cine a ver la película, pero además porque es ciento por ciento santandereana y muestra de algo nuevo se está haciendo en esta región.
Su otra invitación: que los colombianos vayan a conocer Güepsa “un pueblo muy bonito, productor de caña de azúcar y que está a diez minutos de Barbosa. Es un paraíso”.
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