Más de 2 millones de extranjeros han elegido a Colombia en el último año como país de destino por turismo, trabajo o refugio. El ingreso de foráneos representa un 37 por ciento mayor al de hace cuatro años.
La primera imagen del documental Parador Húngaro que se estrenará el próximo 3 de diciembre, es de su director y protagonista Patrick Alexander contando un poco de su vida en una especie de video diario, así es el relato que une la historia de dos migrantes en Colombia que por casualidades del destino se cruzan en el centro de Bogotá, demostrando que superaron el miedo de venir a este país y descubrirlo por sí mismos.
El viaje de Gyuri comenzó un 18 de enero de 1957 junto a su esposa Erzebet en una travesía por el Océano Atlántico que los llevaría hasta el puerto de Cartagena cinco meses después. El Usodimare fue el barco que tomaron en Venecia, Italia, tras pasar por varios campos de refugiados en Austria. Al igual que muchos de sus compatriotas, abandonó su país para hacer un alto en el camino y empezar de nuevo, dejando de lado la guerra y las amenazas provocadas por el comunismo.
Por su parte, Patrick Alexander recorrió diferentes partes del mundo desde su lugar natal Estados Unidos hasta llegar a Colombia junto a su compañera de vida, Aseneth Suárez, quien se convertiría en su cómplice para dirigir esta película y lo traería al país para que naciera esta historia.
Colombia como la puerta y la salida de un continente trajo dos hombres con vidas totalmente diferentes, pero que estaban destinadas a cruzarse para abrir sus corazones mediante la realización de Parador Húngaro y darse cuenta cómo el cine genera lazos de amistad tan fuertes que llevan consigo la nostalgia propia de la existencia, pero también la esperanza de ser parte de lo porvenir.
No es sólo un país el que abraza una multiculturalidad que es parte de él, sino que variedad de habitantes de Asia, Europa, Norteamérica y Suramérica son parte de un tejido de historias que están haciendo de Bogotá el escenario testigo de las costumbres, las historias y el futuro de otras culturas tan lejanas en espacio, pero tan cercanas en nuestra herencia como país colonizado por españoles.
Parador Húngaro es una película que nos envuelve al llevarnos en un viaje de descubrimiento de las experiencias propias de dos extranjeros que al estar en Colombia, encuentran un lugar que ahora llaman hogar.
La cercanía con el público
El documental recibió recientemente el Premio Arcoiris-Radio Bio Bio que otorga El Festival del Cinema Latinoamericano de Trieste en su edición 30. Este galardón es dado por el público que tuvo la oportunidad de ver la película de manera online y está conformado por dos líneas: Obras cinematográficas mayores de 70 minutos y menores de 70 minutos. La película argentina Sin dejar rastros (2015) de Diego Kartaszewicz fue el otro film seleccionado para este premio.
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