La música es uno de los elementos más trascendentales de la humanidad. En la Edad Media juglares se dedicaban a contar historias, leyendas o simples visiones cotidianas en canciones que divertían tanto a reyes como a siervos.
El documental Buscando a Sugarman nos cuenta la historia de uno de ésos juglares que fue descubierto en un bar de Detroit en los años 60 y que después de grabar dos conmovedores y poéticos LP, se retiró al no encontrar el éxito que los productores habían pensado.
Un vinilo, de éste olvidado canta-autor, llegó por casualidad a las juventudes de Sudáfrica en una época donde el fenómeno racial del Apartheid dividía creencias, corazones y razas convirtiéndose en un mito más importante que el mismo Elvis Presley.
Buscando a Sugarman, muestra toda la importancia de un juglar llamado Rodríguez y como sus letras y melodías influyeron en la manera de pensar de un país para convertirse, sin saberlo, en una especie de llave que utilizaron muchos jóvenes como protesta a un régimen con el cual no estaban de acuerdo.
La esperanza, la libertad y el trabajo abnegado de unos fans lograron investigar sobre éste personaje que vendió miles de copias en aquel país, a pesar de la censura del gobierno, y que se convirtió en un ícono de la música en aquel país africano.
Pero más allá de la extraordinaria manera como el escritor, productor y director sueco MalikBendjelloul logra desmenuzar esta historia y contarla con un orden cronológico y material de archivos inéditos, el desarrollo audiovisual trasciende al mostrar las inconsistencias del negocio musical en el que unos ganan y otros, los músicos, deben sobreviven sin recibir las regalías de sus trabajos.
Buscando a Sugarman, que estuvo nominada en los pasados premios Oscar de la Academia como Mejor Largometraje Documental, muestra la vida de uno de los miles de músicos que pudieron ser grandes estrellas pero que vieron truncados sus sueños pero, a pesar de las dificultades, continuaron su lucha diaria para sobrevivir en una urbe de cemento.
Poder escuchar los temas que compuso Sixto Rodríguez, hace casi cincuenta años, describiendo personajes, lugares y situaciones que vivió en ése momento conmueven y se entiende porqué su música fue adoptada en un país muy lejano, ya que plasmaba una realidad socio-política muy parecida a la que le sirvió de inspiración.
El documental Buscando a Sugarman nos cuenta la historia de uno de ésos juglares que fue descubierto en un bar de Detroit en los años 60 y que después de grabar dos conmovedores y poéticos LP, se retiró al no encontrar el éxito que los productores habían pensado.
Un vinilo, de éste olvidado canta-autor, llegó por casualidad a las juventudes de Sudáfrica en una época donde el fenómeno racial del Apartheid dividía creencias, corazones y razas convirtiéndose en un mito más importante que el mismo Elvis Presley.
Buscando a Sugarman, muestra toda la importancia de un juglar llamado Rodríguez y como sus letras y melodías influyeron en la manera de pensar de un país para convertirse, sin saberlo, en una especie de llave que utilizaron muchos jóvenes como protesta a un régimen con el cual no estaban de acuerdo.
La esperanza, la libertad y el trabajo abnegado de unos fans lograron investigar sobre éste personaje que vendió miles de copias en aquel país, a pesar de la censura del gobierno, y que se convirtió en un ícono de la música en aquel país africano.
Pero más allá de la extraordinaria manera como el escritor, productor y director sueco MalikBendjelloul logra desmenuzar esta historia y contarla con un orden cronológico y material de archivos inéditos, el desarrollo audiovisual trasciende al mostrar las inconsistencias del negocio musical en el que unos ganan y otros, los músicos, deben sobreviven sin recibir las regalías de sus trabajos.
Buscando a Sugarman, que estuvo nominada en los pasados premios Oscar de la Academia como Mejor Largometraje Documental, muestra la vida de uno de los miles de músicos que pudieron ser grandes estrellas pero que vieron truncados sus sueños pero, a pesar de las dificultades, continuaron su lucha diaria para sobrevivir en una urbe de cemento.
Poder escuchar los temas que compuso Sixto Rodríguez, hace casi cincuenta años, describiendo personajes, lugares y situaciones que vivió en ése momento conmueven y se entiende porqué su música fue adoptada en un país muy lejano, ya que plasmaba una realidad socio-política muy parecida a la que le sirvió de inspiración.
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