por Joaquín Lepeley S.
Las historias de suspenso y terror han
logrado encontrar un sin número de seguidores que gustan de sentir terror,
miedo y horror al ver las escenas en la pantalla
grande.
Su gusto no es nuevo ya que desde siempre
han existido en forma de leyendas y cuentos con contenidos sobrenaturales y
elementos de superstición que han sido documentadas desde hace muchos años, por
tradición oral, en varias regiones rurales
del mundo.
Como género cinematográfico encierra recursos que ayudan a recrear su contenido
gracias a la particular forma de
iluminar, caracterizada por el uso de claro oscuro y los fuertes contrastes en
contornos de penumbra, además de la utilización de personajes fuera de lo
común.
Mamá, el último filme del productor Guillermo del Toro (El laberinto del fauno), además de
traernos una historia que en su desarrollo narrativo trae elementos atractivos
e innovadores, acude a personajes que mezclan la imagen real, con movimientos
escalofriantes, y un minucioso trabajo en 3D para recrear éstos roles.
Dos niñas que sobreviven en una pequeña
cabaña, en total abandono y en condiciones deplorables son la pieza principal
de este thriller que es dirigido por Andres Muschietti y que mezcla elementos sobrenaturales con un guion
atractivo.
En el reparto, además de las dos niñas
Megan Charpentier y Isabelle Nélisse está la nominada actriz Jessica Chastain (Operación Bin Laden) con el personaje de
Annabel, una descomplicada mujer, novia de Lucas (Nikolaj Coster-Waldau) y que
se convierte, sin buscarlo, en el verdadero vínculo que tienen las hermanitas
con la realidad.
El rol más impactante es representado por
Javier Botet, un hombre que le ha sacado provecho a sus problemas de capacidad
motora y su delgado cuerpo para darle vida a Mamá, el personaje que sin hablar
se convierte en la figura central del argumento.
La música, compuesta por Fernando Velázquez
(Los ojos de Julia – El Orfanato) es un vínculo creativo que
logra aportar sensibilidad y emoción a las escenas que potencia el drama de los
personajes.
La magia de la puesta en escena radica en
la utilización de dos dulces niñas para desenvolverse en un filme de terror con
situaciones escalofriantes y un final inesperado. Como dice Guillermo del Toro,
“todos tenemos miedo a nuestras madres, en algún momento “y según el Andres Muschietti,
“La idea de que una madre, una figura de puro cariño, pueda hacerte daño es
espeluznante” resumen el perfil de Mamá:
una película que trabaja los sentimientos de bondad, odio, muerte y protección
dentro de una trama interesante y llena de recursos cinematográficos que la
convierten en un buen representante del género de terror.
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