EDIFICIO ROYAL... UNA COMEDIA FÚNEBRE LLEGA AL CINE - VIERNES 22 DE MARZO - El Magazine Colombia

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EDIFICIO ROYAL... UNA COMEDIA FÚNEBRE LLEGA AL CINE - VIERNES 22 DE MARZO

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Estreno: Viernes 22 de Marzo

EDIFICIO ROYAL: UNA COMEDIA FÚNEBRE LLEGA AL CINE

El actor cubano Jorge Perugorría y la colombiana Katherine Vélez hablan de la historia que los une por primera vez en la pantalla grande. Una comedia negra en la que un muerto es ‘decomisado’ por falta de pago, un hombre olvida hasta a su hijo y una administradora es capaz de construir futuro a partir de cartas de tarot pero no ve que un edificio se le viene encima. 

Jorge Perugorría: Un actor justo a la medida

La primera vez que Jorge Perugorría conoció el Edificio Royal, lo hizo a través del guión escrito por Carlos Franco y por el director de la cinta Iván Wild. Su primera impresión fue que ya conocía a su personaje y cada uno de sus vecinos, porque de alguna manera hacían parte de su esencia de hombre caribeño, así que no dudó en aceptar el papel de Justo. 
Sobre esta cinta Jorge, el actor de Fresa y Chocolate, cinta nominada al Oscar; Guantanamera, El Cuerno de la Abundancia, Edipo Alcalde y Che, dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Benicio del Toro, asegura que este proyecto es una metáfora de ese Caribe que describió García Márquez en sus Cien años de Soledad y donde están presentes Titón y Buñuel, pero contada desde una mirada más joven, la de Iván Wild.

En ese universo de Edificio Royal, donde asegura que todos los personajes están mutilados de algo, unos de memoria, otros de ilusión o de sueños y en donde la realidad los aplasta, Perugorría encontró en Justo, un ser lleno de matices: un embalsamador que ve su trabajo como un arte, en un entorno donde la muerte es el pan de cada día y donde abunda ‘la materia prima’ pero no puede salir adelante y que no tiene para el sustento de su familia.

“Para él la muerte no es solamente un asunto laboral y tiene una teoría clara sobre ella, piensa que quizás sea la mayor bendición del ser humano y sin embargo todos le temen como al peor de los males e incluso cita a Sócrates. Justo ya ha teorizado sobre la muerte de forma muy particular y yo también pienso que hay muchas muertes necesarias, pero la fundamental es la que hace posible la dialéctica de la vida: que lo viejo le de paso a lo nuevo”.

Jorge asegura además que “Justo es resultado de nuestra realidad. Lo que acá para nosotros es cotidiano, cuando se mira desde afuera puede parecer traído de los cabellos, y entonces esa relación con su hijo y su mujer es totalmente caótica. Los problemas económicos, que también son tan comunes en nuestra gente, los problemas del día a día, lo ahogan a uno y lo hacen caer a veces en el absurdo de la supervivencia”.

“Es costumbrismo Kafkiano con toda esa dosis de humor negro y absurdo que tienen los personajes de la historia encerrados en ese mundo que es el edificio, donde pareciera que no pueden salir y el tiempo es relativo. Es como nosotros: Caribe”.

Finalmente el actor cubano afirma que le alegra que nuevos cineastas estén tratando de contar este tipo de historias “que se salen de los tópicos que hay en nuestros países, en donde siempre se espera que los guiones estén respondiendo a ese compromiso con la realidad, con la cosa política, la violencia y las comedias casi costumbristas. Sólo que nuestros países también tienen realidades mucho más complejas y gente que también quiere hablar y tener otros discursos”.

Katherine Vélez: deshojando a Margarita

Enfundada en un delantal con una Marimonda cosida en el frente, Margarita adquiere vida en la persona de Katherine Vélez, una de las más carismáticas actrices de los últimos años en Colombia y quien le da toda la frescura, candor y dulzura a un personaje atormentado por no saber lo que le depara el destino.

Es la esposa de Justo, un embalsamador que con su actitud sobre la muerte sobrepasa los límites de la paciencia de su mujer.

“La pobre también está muy rayada”, dice Katherine. “Tiene una preocupación enorme por el futuro, no puede vivir diez minutos en el presente porque está pensando: “¿Y mañana qué sucederá? ¿Y si lo que pasa es malo? ¿Y si no me gusta? ¿Y si me muero o algo peor?”

Su personaje la alcanzó luego de que tomó un taller de escritura -su otra pasión- en Bogotá. Se dio la coincidencia de que había gente de la cinta allí y días después recibió una llamada del jefe de casting de la película. “Creo que me vieron y dijeron: ¡Aahh, mira ésta tiene cara de Margarita”, cuenta mientras ríe.

Con su pasión por los textos bien escritos no fue difícil que se enamorara del guión de Edificio Royal una vez lo leyó, porque le pareció que era arriesgado e iba al fondo con un humor fino y difícil de hacer. Además, que sus personajes eran difíciles de construir y paradigmáticos y el actor siente que los conoce aunque estén sometidos a situaciones extremas.

“Eso hacía que fuera como caminar todo el tiempo por un filo. Fue un reto y una cosa bonita de hacer. Hay algo muy interesante y es que es un guión Caribe, sucede allá y no puede suceder en otro lugar porque sería otra película. Pero se sale de los estereotipos y eso creo que a todos nos gustó. Claro, igual Margarita es de donde es: vive en Barranquilla y por eso es Margarita y… ¡ajá!... tiene su marimonda”.

Si bien reconoce la película como una comedia, aclara que no es una en la cual los actores se preocupan por hacer reír y ser divertidos, porque lo que es fuera de lugar, absurdo y dentro de un tono completamente enrarecido es la situación misma, de modo que los personajes están sufriéndola, viviéndola o riéndose con ella, “pero sin preocuparse por lo que uno podría pensar, que sería de lo que se ocuparía en una comedia normal: que la cosa le salga divertida”.

Sobre su compañero de set, el cubano Jorge Perugorría, considera que su presencia fue un beneficio grande para la película por su enorme trayectoria, por ser un hombre que hace muchísimo cine y se siente con mucha suerte de haber hecho pareja con él en la cinta.

“Jorge es un tipo talentoso, disciplinado, un buen líder y logra crear armonía. Este trabajo ha sido un regalo de la vida, a pesar de la diversidad de procedencias, el equipo fue muy homogéneo y nos unieron las ganas de hacer las cosas bien y la disciplina para trabajar. Eso es una suerte porque no siempre se encuentra”.

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