SINOPSIS:
Existe una creencia ( leyenda) que en el
hotel YANKEE PEDLAR habitan fantasmas y se escuchan ruidos extraños por las
noches. Ahora a punto de cerrar, sus últimos dos empleados CLAIRE y LUKE
armados con micrófonos y una cámara están dispuesto a demostrar que el hotel
esta MALDITO. Varios acontecimientos extraños comienzan a suceder y con la
ayuda de una MEDIUM lo que encontraron fue más aterrador
FICHA ARTISTICA:
Protagonizada
Por: Sara Paxton
Director:
Ti West
Escritor: Ti West
Productor:
Derek Curl
Música: Jeff Grace
Fotografía: Eliot Rockett
Edición: Ti West
EN CARTELERA DESDE EL 30 DE NOVIEMBRE DEL 2012
CRITICAS
Ti West propone otra historia atmosférica y
envolvente, un sencillo cuento clásico que reposa en su talento técnico y en
las interpretaciones de su pareja protagonista, unos estupendos Pat Healy y,
especialmente, Sara Paxton.
Claire (Sara Paxton) y Luke (Pat Healy) trabajan
como recepcionistas en el Yankee Pedlar, hotel a punto de cerrar sus puertas
por falta de clientela. Un edificio con leyenda negra incluida… Ti West, una de
las más estimulantes figuras del género de los últimos años, dirige “The
innkeepers” (ver tráiler v.o.), fantasmagórica propuesta que, si bien rebaja un
tanto el nivel de su esplendorosa ─y, por supuesto, inédita en España─ “The
house of the devil” (2009), se inserta con facilidad en una filmografía más
sólida cada paso que avanza. Ya le tenemos ganas a “The side effect”, aún en
fase de pre-producción.
«¿Qué quieres de los espíritus?». También al guion
y al montaje, West dirige con su buen gusto habitual, disponiendo la cámara a
modo de ojo indagador del edificio central, que convierte en un cosmos opresivo
recorrido con su calma marca de la casa, centrado en la creación de una
atmósfera palpable y envolvente. Los planos estupendamente dispuestos y
acompañados de una potente banda sonora de Jeff Grace ─quizá el elemento más
efectista de todo el conjunto técnico─ desarrollan la naturalidad emocional de
las reacciones de la pareja central, en una trama sencilla y salpicada de un
humor tan saludable como efectivo.
La práctica totalidad de la película reposa sobre
los hombros de los dos protagonistas, unos estupendos Sara Paxton y Pat Healy
que destilan una fantástica química adornada por la presencia de una Kelly
McGillis que, con todo, se antoja un tanto supletoria. Como ya sucediese en el
anterior trabajo de West, la fábula sigue una pauta básica encaminada a un
clímax clásico, conformando un cuento de terror tradicional no del gusto de un
público amplio ─el tono, sostenido de principio a fin, puede resultar pesado
para más de uno─ pero que marca un homenaje y reactualización de esas historias
para no dormir con las que los aficionados hemos sembrado en nuestro interior
la semilla de la pasión por el más allá.
Presencias del Más Alla (The Innkeepers)
Con sus cuatro largometrajes previos Ti West, de
apenas 31 años de edad, ya se había labrado una reputación como uno de los
nuevos valores del cine de terror norteamericano. Con excepción de Cabin Fever
2, donde la interferencia de los productores obligó a West a solicitar que su
nombre fuera reemplazado por el genérico “Alan Smithee”, seudónimo empleado
cuando el director no quiere hacerse responsable de la cinta, sus otros trabajos
fueron bien recibidos por la crítica y los fanáticos del horror. The Roost
(2005) se editó en México en DVD con el título El granero mientras que Trigger
Man (2007) y The House of the Devil (2009) permanecen inéditas en nuestro país.
The Innkeepers, su quinta película, se exhibe en salas comerciales desde hace
algunos días y si quieren verla en pantalla grande tendrán que apresurarse
porque ya va de salida.
Lamento no haberla visto antes para recomendarla
oportunamente y es que hay varias razones para hacerlo. La principal es que Ti
West va a contracorriente de las modas actuales en el género. Todos los que ya
estamos cansados del torture porn o del recurso fácil del found footage tenemos
que agradecer que West busque inspiración en clásicos como The Haunting o The
Innocents, con lo que Presencias del Mas Allaestá más cerca de cintas recientes
como Los otros o La dama de negro que de Actividad paranormal. Hay una escena
temprana donde West incluso se burla de esa tendencia del cine de fantasmas
moderno al incluir el tipo de videos “virales” que son sustos de la más baja
estofa, sobresaltos primarios en base a ruidos inesperados más que en la
creación de atmósferas. Por el contrario, Presencias del Mas Allase toma su
tiempo para presentar a los personajes, preparar el escenario donde se
desarrollará la acción y dejar que la tensión vaya aumentando gradualmente,
hasta culminar con una secuencia que cumple con lo prometido.
Además de dirigir y editar la película, Ti West es
autor del guión. El cine de terror nos tiene acostumbrados a personajes
unidimensionales (el nerd, el gandalla, la golfa, el negrito, etc.) porque los
escritores piensan que “al fin que de todos modos se van a morir” y no se
molestan en desarrollarlos. Ti West entiende que es necesario tener
protagonistas bien definidos para que el espectador pueda involucrarse con
ellos. Presencias del Mas Allanos presenta a Claire y Luke, empleados de un
hotel que está a punto de cerrar y que por lo tanto está ocupado sólo por
ellos, por un par de huéspedes y, se dice, por Presencias del Mas Alla, mujer
que falleciera ahí varias décadas antes. La paciencia con la que West observa a
sus protagonistas, incluyendo los pequeños rituales que han desarrollado para
sobrellevar las horas muertas (el juego de la campana) y las frustaciones
cotidianas (la insoportable empleada de la cafetería vecina), no estaría fuera
de lugar en una de esas comedias indie que contemplan a veinteañeros o
adolescentes en su entorno natural, tipo Adventureland o Nick and Norah’s Infinite
Playlist.
La misantropía de Luke o el entusiasmo de Claire al
conocer a su actriz favorita son detalles que pueden parecer intrascendentes en
una historia de fantasmas pero que contribuyen a hacer más creíbles a los
personajes, a explicar sus acciones o a subrayar su vulnerabilidad. De esto
último es un buen ejemplo la escena donde Claire tiene que sacar la basura sin
ayuda de Luke. Actividad más superflua es difícil de imaginar y sin embargo Ti
West la aprovecha para mostrar, no sin humor, cómo Claire se las ingenia para
superar el dilema que le plantea su baja estatura. Con esto el espectador puede
identificarse más fácilmente con la chica y consternarse cuando ella está en
peligro. También le sirve al director para mostrar su habilidad en el manejo de
la cámara: en esta escena West usa un travelling y un plano muy abierto para
enfatizar el aspecto cómico, en otras de mayor tensión prefiere colocarse a
espaldas de los personajes mientras exploran los pasillos del hotel y en
algunas ocasiones emplea súbitos desplazamientos que generan inquietud en el
público, sin necesidad de efectos especiales o disonancias en la banda sonora.
Como si no bastara con todo lo anterior Ti West
tuvo el tino de seleccionar a una actriz maravillosamente expresiva para el
papel de Claire. Se trata de Sara Paxton, quien desde muy pequeña había
colaborado en bodrios como Sleepover, Aquamarine o Sydney White y que aquí
revela una capacidad actoral insospechada. Por supuesto que le ayuda el libreto
pero de cualquier manera sorprende la facilidad con la que Paxton pasa de un
registro a otro, de las escenas ligeras a las de pánico. Dirán que exagero pero
cuando comprobé que esta es la misma Sara Paxton que salía de Güerita Boba en
Superhero Movie no lo podía creer, así de buena es su actuación. Otra que
también sale muy bien librada es Kelly McGillis, quien fuera la galana, o más
bien la mejor amiga, de Tom Cruise en Top Gun. Ya convertida en actriz de
carácter McGillis ha contribuido a dos buenas películas de terror en poco
tiempo, la vimos hace poco en Stake Land y ahora en The Innkeepers.
El ritmo pausado de la narración será el principal
obstáculo para los espectadores acostumbrados al cine de fantasmas donde los
muertos constantemente espantan a los vivos, como si no tuvieran nada mejor que
hacer en el más allá. Esto ya depende de los gustos particulares de cada uno,
en mi opinión cintas como Nunca estamos solos o Ju On se vuelven monótonas de
tan participativos que son los espectros. Una acusación más seria que se le
puede hacer a Ti West es que no está aportando nada al género y que incluso
algunos de los sustos que mete en la película ya eran viejos cuando Fernando
Marcos jugaba en fuerzas básicas. La escena donde Presencias del Mas Alla se le
aparece a un personaje en un sueño está muy trillada, aunque el director la
remata con cierta malicia. De cualquier manera se agradece el cuidado con el
que West planeó la película, el afecto que le tiene al cine de terror es
evidente, a diferencia de muchos que miran al género por ncima del hombro y
que sólo aceptan este tipo de proyectos como un escalón en su carrera.
trailer
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CINEFILA
ResponderEliminarla verdad que desperdicio de tiempo, mejor hubieran gasto el poco dinero que tenían, en algo productivo. CINE BARATO