Uno de los grandes atractivos y retos de La Lectora fue sin duda el manejo de sus visuales, tanto en efectos especiales como en la fotografía. Felipe de la Roche con su equipo Burningbull SPFX, estuvo a cargo de los FX, departamento desde donde se desarrollaron mecanismos utilizados por primera vez en Colombia. Para la persecución del taxi en que Karen y Cachorro huyen, se utilizó un sistema de manejo del carro a control remoto; esto para poder manejarlo hasta una rampa y volcarlo. El taxi, escogido fue un Fiat Mirafiori; el mecanismo a control remoto incluyó una especie de "cerebro" al interior del taxi, el cual, bajo el principio de pistones destilando aire comprimido, podía maniobrar el embrague y el freno, o dejaba de accionar éstos para la aceleración. Asimismo, Riccardo Gabrielli quiso lograr el plano en que el taxi gira 180 grados de una forma real, y no con un truco de cámara. Para esto, Felipe y su equipo construyeron una estructura metálica que soportara el taxi en el aire, y le pudiera dar vueltas. A esta pieza se le llamó el ‘barbecue’. Otros efectos especiales incluyeron los tiros de bala en los cuerpos, para los que se utilizaron los squids, o pequeños explosivos que pueden detonarse también a control remoto.
Por su parte, Blanca Jaramillo, quien es conocida en televisión por realizar diseño de maquillaje para las series y novelas que se realizan actualmente en Colombia, estuvo a cargo del maquillaje de caracterización, y de efectos especiales. Tras especializarse en los estudios Cineccita’ en Italia, y de acumular 30 años como maquilladora para cine, teatro, televisión y ópera, Blanca se unió al equipo de La Lectora haciéndose cargo del diseño de pelos y barbas, y de los maquillajes de todos los personajes, incluyendo el de Carolina Gómez en una de las escenas definitivas de la película.
Para la fotografía, Riccardo Gabrielli se apoyó en Julián Torres, con quien ha trabajado en producciones como Tiempo Final, La Mariposa, Kdabra, y El Capo 2, entre otras. El formato elegido para La Lectora fue el cine digital, trabajando con 2 cámaras ARRI ALEXA complementadas con la óptica de los lentes Cooke S5. Esta configuración usada en varias películas nominadas al Oscar, permitió rodar en condiciones muy bajas de luz, logrando un gran ahorro en tiempo y dinero en las secuencias callejeras por ejemplo, para las que se aprovechó al máximo la luz de los postes. Otra cámara que se usó fue la PHANTOM FLEX, una cámara de alta velocidad ideal para las secuencias de acción. La propuesta de Julián incluyó el uso de grúas y del steadycam para lograr planos compactos que contrastaran con las secuencias de acción sin marear al espectador, y para que nutrieran visualmente la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario